Welcome people!

Saludos mi gente,

Hoy empiezan los primeros pasos de éste blog que dedicaré a relataros experiencias de mi Erasmus por tierras britanas. Cuando estaba construyéndolo no pude resistirme a este fondo de decoración victoriana ¿Qué mejor opción para un país tan decimonónico como Inglaterra? Un escenario que nos han legado autores como Dickens, Oscar Wilde y cómo no: Conan Doyle (autor de las famosas aventuras de Sherlock Holmes). Tranquilos, la clase de literatura solo la daré hoy jeje.

El título del blog lo he cogido prestado del libro: El sabueso de los Baskerville del mismo Conan Doile. Esta aventura es muy particular para nuestros detectives porque es en la única obra en que se separan. Watson se traslada al lugar del crimen (una zona rural del Oeste de Inglaterra) para hacer el seguimiento de un asesinato por un perro legendario a la vez que terrorífico. El doctor Watson redacta un diario para documentar los sucesos de su estancia y poder informar mejor a su casi-inseparable Sherlock Holmes (en teoría se queda en Londres resolviendo otro caso importante). Evidentemente yo no soy el Dr. Watson, ni viajo a una zona rural de Inglaterra para investigar un crimen (espero). Pero me pareció buena idea valerme del diario de viaje de este simpático personaje y darle un toque libresco a este espacio.

 

Estos días no han parado de preguntarme si estoy nervioso. La gente queda extrañada cuando les digo que no estoy para nada preocupado, sino: “impaciente por llegar, de tirarme en el colchón de mi nueva cama y sentir que por fin estoy allí.” Hoy que tengo la fecha más inminente estoy más inquieto en plan YA NO QUEDA NADA: MOLA. Sí, estoy contento. Estoy contento a pesar de que todavía no he puesto ninguna lavadora y que la única vez que cogí una plancha fue para hacer de mi dedo un lugar más cálido (me quemé, vamos xD). En la cocina sé usar el horno, freír,  hacer sopa y pasta. Pero todo eso daaa iguaaal… Mañana voy a casa de la abuelita a que me concentre toda su sabiduría de decenios en una clase de 2 horas más la degustación. Mamá también me dio clases teóricas de lavado y planchado, el curso continuará online a partir de la semana que viene. Santas ellas.

Tampoco he practicado inglés a conciencia este verano (si obviamos los infinitos correos que envié para buscar piso y gestiones varias con la universidad). Aún así creo que podré sobrevivir y apañármelas perfectamente: no hay mejor maestra que la necesidad y a mí nunca me asustó tener que aprender.

Os echaré de menos aunque algunos no me creáis. Entonces me pondré esa canción de pasodoble llamada “Suspiros de España” y lo mismo se me escapa alguna gota de ese líquido salado que llaman lágrima. Uno tiene su vena castizo-sentimental.

Un abrazo muy fuerte para todos, prometo ser más breve la próxima vez. 

John.

PD: queridas madre y hermana me gustaría que en mi ausencia no uséis mi habitación como sala de depilación, lo digo desde el cariño. xD

Hasta aquí se puede leer.